La Distinción entre el Derecho Mercantil y el Derecho Empresarial

En el siguiente artículo mostraremos toda la información necesaria para despejar la duda sobre la diferencia entre el Derecho Mercantil y el Derecho Empresarial. Esta información resulta de vital importancia para aquellos emprendedoras que quieran conocer en profundidad el funcionamiento de ambos derechos.

En primer lugar, explicaremos en qué consiste el Derecho Mercantil. El Derecho Mercantil encuentra su base en la codificación de los principios y reglamentos comerciales establecidos por el Código de Comercio. Sus principios se refieren a los comerciantes, así como al derecho sobre los artículos comercializados.

Por otro lado, el Derecho Empresarial se refiere a la regulación de las relaciones entre las empresas, sean estas sociedades, gremios, consorcios, cooperativas, etc. El Derecho Empresarial establece el marco en el que se deben mover los que participan en el ámbito laboral, estudiando todos los aspectos que rodean la vida de una empresa.

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Características del Derecho Mercantil

El Derecho Mercantil es una rama específica de la legislación, que tiene como objetivo regula las actividades comerciales, dentro del ámbito nacional o internacional. En su núcleo, el Derecho Mercantil rige todas las relaciones entre los comerciantes, que sean particulares o empresas. A esto se asocian conceptos como los contratos mercantiles, impuestos y tasas, y procesos judiciales especiales que se producen entre los involucrados.

Estas relaciones deben regirse por la legislación propia del Derecho Mercantil, cuyas normas regulan el desarrollo de las operaciones comerciales, desde su realización hasta su puesta en marcha. Esta legislación se aplica en el comercio internacional y al sector de la economía, aplicándose siempre que exista una relación entre partes como proveedores, distribuidores o transportistas.

Este sector suele contar con unas normas más estrictas que las relacionadas con el derecho civil, por lo que cumplir las leyes mercantiles se convirtió en un requisito para realizar actividades comerciales con una garantía legal. La principal característica del Derecho Mercantil es que fomenta el equilibrio entre los contratantes, permitiendo que los cambios lleven a cabo procesos jurídicos más eficientes.

Dentro de la presente área legal, el Legislador español consagra algunos conceptos como las cláusulas generales de la contratación, el deber de información, la formación del contrato, la capacidad de los contratantes, la nulidad del contrato o los actos no generadores de obligaciones. Además, en los casos en los cuales hay conflicto entre los intereses de los comerciantes, el Derecho Mercantil establece principios conciliadores que cuidan que los intereses no sean vulneradas.

Características del Derecho Empresarial

El Derecho Empresarial se encarga del funcionamiento de las entidades económicas y su entorno. Por lo tanto, sus principales características abarcan muchos tópicos, entre los cuales destacan: la Organización y estructura de las empresas, la regulación gubernamental, la Propiedad intelectual, los Contratos de empleo, la Responsabilidad de los directivos y el Estatuto de los trabajadores.

Por un lado, la Organización y estructura de una empresa es esencial para el funcionamiento de la misma. Los tipos de sociedades más comunes, de acuerdo al Derecho Empresarial, son la sociedad de responsabilidad limitada, la comunidad de bienes, la comandita simple y la sociedad anónima. Para cada una de estas estructuras hay una regulación propia y diversos documentos a entregar ante la autoridad correspondiente.

Por otro lado, la regulación gubernamental es un elemento que no puede quedar fuera de este análisis. Está encargada de dirigir los aspectos empresariales de una compañía, definiendo las regulaciones y estableciendo los lineamientos en los que deben quedar dentro las organizaciones.

Además, la Propiedad intelectual ofrece a los negocios un protección legal para sus creaciones. Dicha protección se consigue mediante la patente, el derecho de autor y los signos distintivos. Esta regulación permite el control de explotación de ideas o de la fabricación de los productos.

En relación con los Contratos de empleo, el precepto asegura planes de seguridad laboral a los trabajadores. Establece derechos y obligaciones mutuos entre los empleados y los empleadores, que luego son reflejados en los contratos de empleo. Estos documentos tienen la autoridad de contrato de trabajo, y sus términos son obligatorios para el funcionamiento de la relación laboral entre las partes.

Por último, es menester decir que los directivos de una empresa poseen una Responsabilidad sobre la marcha de sus negocios. Tienen la obligación de tomar las mejores decisiones y ser honrados con la información que brindan. En caso de estar faltos a estos preceptos pueden incurrir en responsabilidad penal, responsabilidad civil y penal laboral. Esto, muchas veces, afecta tanto la imagen de la empresa como la de la persona publicamente responsable.

Conclusiones

El Derecho Empresarial y el Derecho Mercantil tienen definiciones claras para sus campos de especialización y de ejercicio. Esta importante distinción se encuentra ampliamente explicada en los párrafos anteriores.

Resumiendo, el Derecho Empresarial se ocupa primordialmente de la creación, mienbros, financiación y administración de empresas. En cambio, el Derecho Mercantil se ocupa de relaciones comerciales y trabaja con reglas específicas creadas para proteger a los clientes, los cuales no siempre son la empresa.

La importancia de la distinción entre los dos derechos radica en que la denominación y campo de actuación apropiado para una situación les proporciona a los particulares implicados un marco legal concreto con el fin de asegurar su seguridad jurídica. Por esta misma razón, es crucial para los agentes jurídicos comprender suficientemente estos principios y conocer la especificidad de cada ramo.

Es necesario destacar que el Derecho Empresarial y el Derecho Mercantil trabajan de forma conjunta en numerosas situaciones para garantizar el cumplimiento de los abastecimientos, cotizaciones, cobros, facturas y cualquier otra actividad relacionada con el ámbito empresarial.